Orense
Orense (en gallego y oficialmente Ourense) es una ciudad y municipio español,
capital de la provincia de Orense (Galicia). Es el tercer municipio gallego por población después de Vigo y La Coruña, y el más poblado del interior de Galicia, con 105.893 habitantes según datos del INE para 2016. Está situada en el sureste de Galicia y es atravesada por el río Miño.
Ourense es la ciudad del agua. Ocho puentes cruzan aquí el río Miño, que en tiempos de los romanos era una mina de oro. Ahora ya no hay oro, pero sí unas aguas muy valiosas: las aguas termales.
Las hay por toda la ciudad y muchas son gratuitas. Como las termas de A Chavasqueira al borde del río, donde podrás disfrutar de un baño Zen. Las aguas brotan también a 65º en pleno centro, en la fuente de As Burgas, que con el Santo Cristo y el Puente Romano, son los símbolos de la cidad.
Pero además Ourense tiene una original Praza Maior... inclinada, y un casco histórico rico en iglesias y capillas. El Pórtico del Paraíso de la Catedral conserva aun su policromía original del siglo XIII. Y en la Capilla de San Cosme y San Damián, una curiosidad desconocida por los visitantes: aquí se expone, durante todo el año, el belén más sorprendente que hayas visto nunca. Y si quieres animación, no te preocupes. Si algo gusta de verdad a los ourensáns es salir a la calle.
Iniciamos nuestro recorrido por la ciudad de Ourense en su señal de identidad por antonomasia, las Burgas,
fuentes de aguas termales que manan a 67º, y que favorecieron los
primeros asentamientos humanos en el lugar. Tomamos camino por la rúa Barreira y llegamos a la Praza Maior, centro de la ciudad antigua, donde surge la Casa Consistorial y el Museo Arqueológico (también conocido como Pazo do Bispo).
Estamos en una zona con un gran sabor medieval, en un entorno que
parece retrotraernos en el tiempo. Se subimos por una escalinata situada
en uno de sus costados llegaremos a la Iglesia de Santa María Madre,
que en su portada conserva columnas del s. VI, vestigios de la
primitiva catedral sueva de los tiempos en los que Ourense fue la
capital del reino germánico. Cruzamos la plaza de la Magdalena fijándonos en su hermoso cruceiro y nos encaminamos a la del Trigo, en la que se comerciaba en tiempos pretéritos con este cereal, rodeada por soportales y casas nobles y con la denominada Fonte Nova en el centro. Se prolonga en la plaza de Damas, que fue patio de naranjos de la Catedral.
Pero además Ourense tiene una original Praza Maior... inclinada, y un casco histórico rico en iglesias y capillas. El Pórtico del Paraíso de la Catedral conserva aun su policromía original del siglo XIII. Y en la Capilla de San Cosme y San Damián, una curiosidad desconocida por los visitantes: aquí se expone, durante todo el año, el belén más sorprendente que hayas visto nunca. Y si quieres animación, no te preocupes. Si algo gusta de verdad a los ourensáns es salir a la calle.
El visitante de Ourense debe empaparse de la esencia de la ciudad, del elemento que originó el asentamiento, las aguas termales.
El área termal de A Chavasqueira–Outariz
ofrece una inmejorable oportunidad de disfrutar y aprovechar las
bondades de las aguas mineromedicinales calientes que brotan de las
diferentes burgas existentes en el entorno de la ciudad. Para eso se
puede recorrer el Paseo Termal, que discurre por el margen derecho del río Miño, comenzando en el Campo da Feira y terminando en Outariz.
En un recorrido de tres kilómetros se puede disfrutar de cuatro estaciones termales. La primera es A Chavasqueira,
con piscinas de agua caliente mineromedicinal (mana a 41º), de uso
público, y el complejo privado de inspiración japonesa Termas de A
Chavasqueira. A quinientos metros se encuentra la Fuente de aguas termales de O Tinteiro,
con buenas propiedades para problemas dermatológicos, que mana a 43º.
Siguiendo el sendero habilitado por el ayuntamiento, a dos kilómetros de
O Tinteiro, aparece la Burga do Muíño das Veigas (las aguas manan a entre 65º y 72º), que cuenta con cuatro piscinas termales públicas. El recorrido termal finaliza en Outariz,
donde se encuentran cuatro piscinas muy semejantes a las de A
Chavasqueira, con agua que mana a 61º, indicada para las enfermedades
reumáticas y artríticas.
El entorno por el que discurre el paseo es envidiable, con las orillas del río Miño
recuperadas, acondicionadas y de gran valor natural. En cualquier época
del año podemos acudir a este conjunto, con piscinas públicas al aire
libre y ambientes privados.
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