Brasilia


Brasilia (en portugués Brasília) es la capital federal del Brasil y la sede del gobierno del Distrito Federal, localizada en la región Centro-Oeste del país. Tiene una población de 2 977 216 habs. según estimaciones de 2016 del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, lo que la convierte en la tercera ciudad del país por población, además tiene una población de 4 284 676 en la zona metropolitana. Es sede del gobierno federal, conformado por el presidente —quien trabaja en el Palacio de Planalto—, el Supremo Tribunal Federal de Brasil y el Congreso Nacional de Brasil.


La construcción de la ciudad comenzó en 1956, siendo Lúcio Costa el principal urbanista y Oscar Niemeyer el principal arquitecto. En 1960, se convirtió oficialmente en la capital de Brasil. Junto con Islamabad, (la capital de Pakistán), Abuya (la capital de Nigeria), Putrajaya (la capital administrativa de Malasia), Canberra (capital de Australia) y Naipyidó (la nueva capital de Birmania) es una de las ciudades capitales de más reciente construcción en el mundo. Brasilia se localiza en el Distrito Federal. El Distrito Federal se encuentra rodeado por el estado brasileño de Goiás, excepto por una corta frontera que comparte con Minas Gerais.


En 1716, el Marqués de Pombal menciona, siendo el primer registro histórico, la necesidad de "interiorizar" la capital de la entonces colonia portuguesa de Brasil y establecer una sede administrativa lejos de la costa del Océano Atlántico. Años después, en 1821, el líder independentista José Bonifácio sugiere el nombre de Brasilia para una futura capital brasileña.

La idea de edificar la nueva capital en las regiones del interior (y no en la costa atlántica) había sido incluso recogida en la primera Constitución republicana de 1891 en el siglo XIX, y por tanto Brasilia fue construida con el fin de ser la nueva capital de Brasil, situada al interior del país.
 

Brasil previamente tenía dos ciudades capitales: Salvador de Bahía y Río de Janeiro, situadas en la costa atlántica y vinculadas desde antiguo al poder colonial portugués. Al trasladar la capital al interior, el gobierno del Brasil independiente pretendía ayudar a poblar aquella zona del país, atrayendo habitantes de zonas muy pobladas mediante el traslado de la administración pública hacia el hinterland rural. Gente de toda la nación, especialmente de la Región Nordeste de Brasil, fue contratada para la construcción de la ciudad. Brasilia es conocida internacionalmente por haber aplicado los principios establecidos en la Carta de Atenas de 1933.El primer paso para la construcción de una nueva capital en el interior del país fue la selección de la ubicación de la nueva ciudad, para lo cual se eligió a mediados de 1956 una extensa meseta en la zona sureste del estado de Goiás. Las obras de construcción se iniciaron el 23 de octubre de 1956, y conforme se concluían los edificios administrativos diversas entidades gubernamentales (y sus integrantes) se trasladaban a la nueva ciudad. El arquitecto Lúcio Costa ganó el concurso para el diseño de la nueva urbe y fue el principal urbanista de la ciudad. Oscar Niemeyer, un amigo cercano de Lúcio, fue el principal arquitecto de la mayoría de los edificios públicos y Roberto Burle Marx fue el diseñador de paisaje.

No fue hasta el 21 de abril de 1960, tras 41 meses de trabajo, que la ciudad fue inaugurada al quedar completada, en gran parte gracias al apoyo político y financiero otorgado por el presidente Juscelino Kubitschek. A partir de esta fecha se inició la transferencia de los principales órganos del gobierno federal a la nueva capital con el cambio de las sedes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial Federal.

Kubitschek, que fue un mandatario de orientación socialista, formó un equipo de profesionales de su misma tendencia política. Así fue como el grupo de creativos intentó desarrollar un modelo de ciudad "utópica" donde se pretendía eliminar las clases sociales. Por esta razón, también se la conoce como Capital de la Esperanza, título otorgado por el escritor francés André Malraux. Aunque en la actualidad dicho objetivo sólo se ha cumplido parcialmente, durante la construcción de la ciudad el igualitarismo sí se hizo realidad, ya que obreros y funcionarios compartían los improvisados campamentos y las comidas.

Con la toma de poder en Brasil por los militares en 1964, la ciudad continuó siendo la capital del país, a pesar del desprecio que la nueva administración derechista mostraba hacia todo el legado del gobierno de Kubitschek. Sin embargo, las oficinas gubernamentales siguieron en Brasilia, y las sedes de las poderosas empresas de propiedad estatal también fueron trasladadas allí.

Proyectada inicialmente para albergar a alrededor de 500.000 habitantes, la ciudad cuenta actualmente con algo más de 600.000 en el "Plano Piloto" (el centro urbano proyectado originalmente por Lúcio Costa) y más de 1.400.000 en los barrios periféricos que dependen del núcleo central. Así pues, lo que se concibió como la gran utopía, ideal de una ciudad perfecta, afronta en la actualidad casi todos los problemas de cualquier otra ciudad grande (megalópolis).

Brasilia comparte con ciudades como San Petersburgo, Washington D.C., Canberra, o Putrajaya, la rara particularidad de ser una ciudad planificada, construida y urbanizada con el fin expreso de usarse como capital o sede administrativa nacional, (y no como un simple establecimiento creciente de población), convirtiéndose rápidamente en una megalópolis de difícil organización y control.
La capital brasileña es la única ciudad del mundo construida en el siglo XX a la cual se le ha adjudicado (en 1987) el rango de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco, un organismo especializado de las Naciones Unidas.

El 23 de mayo de 2008 los presidentes de doce naciones sudamericanas firmaron oficialmente en esta ciudad el tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Zulia

Anzoátegui

Vargas