Araucanía

La IX región de La Araucanía, o simplemente región de La Araucanía, es una de las quince regiones en que se divide la República de Chile. Su capital es la ciudad de Temuco. Ubicada al centro del país, limita al noroeste y norte con la Biobío, al este con Argentina, al sur con la región de Los Ríos y al oeste con el océano Pacífico.

Cuenta con una superficie de 31 858 km² y una población de 1 046 322 habs. según la proyección del INE del año 2014,​ siendo la novena región con la mayor extensión regional en Chile y la quinta más poblada tras Santiago, Biobío, Valparaíso y Maule.

La región está compuesta por las provincias de Cautín y Malleco. Las ciudades más importantes de la región son Temuco, Angol, Villarrica, Victoria, Lautaro y Pucón.

La Araucanía hace referencia al «lugar que habitan los araucanos», nombre con el que los españoles designaban a los mapuche. La voz «araucano» es una hispanización del término usado por los incas para referirse a los mapuche (promaucaes).

El comienzo de la historia del poblamiento humano en esta región se remonta a alrededor de 11 000 años antes de la era cristiana en época glacial final (Periodo paleoindio).

Ella estuvo relacionada al término de la glaciación wisconsiense. Los primeros pobladores de estos lugares australes estaban organizados en grupos familiares (bandas) de cazadores y recolectores (as) que practicaban la movilidad residencial y que fueron exitosos en la colonización de los distintos ecosistemas americanos, llegando al actual sur de Chile hace al menos 13000 años donde comenzaron a aprender a habitar el bosque siempreverde del valle y practicaron excursiones esporádicas a la costa del Pacífico.


Durante el período arcaico se produjeron cambios profundos en las sociedades que poblaron esta zona centro sur, las que poseían mayor experiencia en organización social y en tecnologías especializadas para la recolección y la caza, producto de un conocimiento más íntimo y la expresión de conductas seguramente flexibles para su establecimiento en distintos ecosistemas producto del cambio ambiental global que se había producido en los milenios anteriores. 

Hace 4800 años empezaron a llegar pueblos recolectores dejando varios sitios arqueológicos en la zona, en Quillén, Quino, Isla Mocha, y Península de Pucón.​ Estos grupos traían técnicas acabadas de caza, sin embargo las técnicas de recolección las adoptaron de grupos previos, del paleoindio. No se han encontrado restos arqueológicos de Paleoindio pero se sabe que estaban ya que hay restos más al sur, en Monte Verde (11 000 a. C.). Bajo estos restos se encontraron otros de al menos del periodo 31 000 a. C.​ Los sitios arqueológicos en la región corresponden a los llamados aleros que son lugares altos en donde se dominan los sitios de acceso y las fuentes de agua, y permitían esbozar tácticas de caza y defensa.​ En ellos, se encontraban puntas de flecha y otros instrumentos líticos.

Los aleros están generalmente en rocas o cuevas basálticas, las que además proporcionaban la materia prima para hacer sus herramientas líticas.​ Dentro de los artículos líticos se encontraban cuchillos, raspadores y puntas de proyectil. Los aleros dominaban zonas de bosque en los cuales los habitantes de la zona recolectaban frutos y plantas y cazaban. En este periodo ya había reconocimiento y conocimiento de territorio. Esto se infiere porque usaban distintas puntas de proyectil en el valle o en la costa.

Durante el verano, se movían a sectores altos de la cordillera de los Andes para aprovisionarse del piñón, el fruto del pehuén, recolectar obsidiana y riolita desde sectores cercanos a volcanes para hacer sus instrumentos, y cazar a la fauna que subía en busca de dehesas verdes. Esta actividad, la veranada, se efectúa en la zona hasta la actualidad.
El periodo arcaico duró desde el 8000 a. C. hasta el 700 a. C., aproximadamente.

El período agroalfarero temprano es un período arqueológico usado para la clasificación de culturas arqueológicas de los pueblos originarios del norte argentino y norte y centro de Chile. Se desarrolla entre el 500 a. C. y el año 650 de nuestra era.

La cultura Pitrén es un complejo cultural agroalfarero temprano de Chile. Las comunidades comprendidas bajo esta denominación, se ubicaron entre el río Bío Bío y el lago Llanquihue, ubicado en la región de los Lagos.​ Ya hacia el año 600, estos grupos iniciaron el cultivo del maíz y de la papa, mediante el despeje de espacios entre los bosques, sin abandonar sus prácticas de caza y recolección.

La cerámica, elemento particular que ha caracterizado a estas comunidades, es la más antigua de la zona. En ella se encuentra el ketrumetawe, jarro con forma de ave, símbolo de la mujer casada; además de otra diversidad de jarros de estructuras globulares, con cuello cilíndrico y recto, con asa en el cuello o con asa recta que termina en una figura de animal, tales como patos, ranas o sapos en el extremo.

La cerámica de Pitrén denota en un evidente contacto con las culturas de El Molle y Llolleo. Decoraban las piezas con un procedimiento denominado "pintura negativa". Los estudiosos parecen coincidir en que Pitrén constituye la primera expresión agroalfarera en el sur de Chile.

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