Isla de Pascua
La isla es uno de los principales destinos turísticos del país debido a su belleza natural y su misteriosa cultura ancestral de la etnia rapanui, cuyo más notable vestigio corresponde a enormes estatuas conocidas como moái. Para preservar dichas características, el gobierno administra a través de Conaf el Parque nacional Rapa Nui, mientras que la Unesco declaró este parque como patrimonio de la humanidad en 1995.
Administrativamente, forma, junto a la deshabitada isla Salas y Gómez, la comuna de Isla de Pascua que forma la provincia de Isla de Pascua, perteneciente a la Región de Valparaíso. Sin embargo, una reforma constitucional —la ley 20193, publicada el 30 de julio de 2007— estableció a la isla como un «territorio especial», de manera que su gobierno y administración serán regidos por un estatuto especial, contemplado en la ley orgánica constitucional respectiva, aún por dictarse.
El nombre tradicional que recibe esta isla corresponde al de Rapa Nui, que significa «Isla grande» en el idioma de los navegantes tahitianos que visitaban la isla en el siglo XIX. El nombre estaría asociado con el parecido encontrado por los tahitianos con la isla de Rapa, en la actual Polinesia Francesa, y a la cual también se le conoce como Rapa Iti («Isla pequeña»). A pesar de ser de origen extranjero, el nombre de Rapa Nui es considerado comúnmente como la denominación dada por los nativos de la isla. La pronunciación en español es la convencional para la escritura, [ra.pa'nwi], mientras que en rapanui suena [ɾa.pa'nu.i], pues siempre la r se pronuncia con sonido suave (como en máscara) y cada sílaba solamente puede tener una vocal.
En su idioma autóctono, la isla antes era conocida como Te pito o te henua, que significa «El ombligo de la Tierra» y Mata ki te rangi, «Ojos que miran al cielo». La denominación de Rapa Nui se hizo posteriormente extensiva en otros idiomas para denominar al pueblo aborigen y a su idioma, pero como una única palabra, «rapanui».
El nombre de isla de Pascua le fue dado por el navegante neerlandés Jakob Roggeveen, que en un largo viaje iniciado en Texel y tras navegar por las costas chilenas, la descubrió el 5 de abril de 1722, fecha correspondiente al día de Pascua de Resurrección. Recibió así el nombre de Paasch-Eyland en el neerlandés de la época, que luego fue traducida al español como «isla de Pascua». Con este nombre y sus traducciones es como se conoce a la isla en la actualidad. Los habitantes de este lugar, con independencia de su origen étnico, reciben el gentilicio de pascuenses.
En su momento, también recibió el nombre de isla de San Carlos por el navegante español Felipe González Ahedo, que la denominó así en honor al rey Carlos III de España. Sin embargo, dicho nombre cayó en desuso.
La isla tiene una forma de triángulo rectángulo con lados de 16, 17 y 24 kilómetros de «hipotenusa», correspondiente a la costa oriental. En cada vértice se ubican tres volcanes inactivos. Al norte se encuentra el Maunga Terevaka, que con 511 metros de altitud es el punto más alto de la isla; por el sudeste se ubica la península del Poike, con su volcán principal, el Puakatiki, con 377 m de altura, y al sudoeste se encuentra el cráter del Rano Kau con 324 m, en cuyo interior existen diversas lagunas. Otros cerros de importancia son el Rano Aroi y el Rano Raraku.
El resto de la isla corresponde a lomajes y laderas. La costa, en tanto, es escarpada y rocosa con una serie de islotes cercanos, como el Motu Nui, Motu Iti y Motu Kao Kao en el extremo sudoeste, el islote Motu Tautara en la costa poniente y el Motu Marotiri en la costa occidental. Las únicas excepciones son la costa frente a Hanga Roa y el sector de Anakena, donde se ubica la playa del mismo nombre y la playa de Ovahe.
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